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¡Hola! Bienvenidos
Mi nombre es Daylis y yo soy Nelson…
¡Qué emoción que nos acompañen en este primer episodio de la serie «Conociendo nuestra ciudad de La Paz»! En el que visitaremos el increíble mirador de Killi Killi, ideal para descansar, sacar fotografías y contemplar el atardecer.
¡Comenzamos!
El mirador de Killi Killi ubicado en la loma del barrio de Villa Pabón, ofrece a sus visitantes una vista de casi 360° de la ciudad de La Paz.
Al llegar, un letrero de color verde, con letras blancas nos saluda con la siguiente inscripción: “Bienvenidos a la zona turística de “Villa Pabon”. A la entrada del mirador, a ambos lados de los escalones principales, hay dos puestos de venta, uno a cada lado, a nuestra izquierda vemos uno de los muros del mercado de killi killi, pintado de color crema y con un mural en el que resalta el dibujo de una mujer de pollera, distinguiéndose solo parte de su cuerpo y cuello, una cholita con un gorro de color blanco y una trenza que por el accionar del viento, vuela hacia su espalda; detrás suyo hay un estandarte con tres franjas paralelas e inclinadas de derecha a izquierda, cada una pintada con un color diferente rojo, amarillo y verde, detrás del estandarte vemos otra imagen, la montaña del Illimani. Finalmente, en la parte inferior del mural, está escrita la palabra casera, rodeada de otras figuras, frutas y vegetales, una manzana, una pera, una cebolla, un maíz, papas, arvejas y hasta un zapallo entre los que más resaltan.
Ahora es momento de subir, delante nuestro, 13 escalones aproximadamente, nos conducen al ingreso de este interesante mirador, ¿qué les parece si subimos?
Llegamos, delante nuestro hay un portón con rejas metálicas de color naranja, a nuestra izquierda decorado en su parte superior con un gran mural rectangular, encontramos los baños. Este mural en su lado izquierdo tiene el dibujo de una cholita, quien carga un bebé, con la ayuda de un aguayo en su espalda; al centro, nuevamente vemos pintada la imagen del Illimani y a la derecha una pequeña ave rapaz, con el pecho color blanco, las alas color marrón con franjas negras, su cabeza color gris y con un pico color amarillo
¿Se han preguntado porque se llama el mirador de killi killi? Pues bien, esta ave es la responsable ya que la palabra killi killi, significaría "alcón pequeño", hay quienes tienen sus propias versiones, como aquella en la que el término haría referencia al cantar de esta ave mientras que otras versiones nos comparten otros significados como “lugar donde nacen los vientos” o "formación causada por la lluvia”.
Ahora pasaremos el portón que oficialmente nos da la bienvenida al mirador y subiremos unos cuantos escalones más mientras subimos 6 árboles de queñua nos dan la bienvenida, 3 a la derecha y 3 a la izquierda de los escalones.
¡Bienvenidos al mirador de killi killi! punto que te ofrece una vista de casi 360° de nuestra ciudad. Lugar, que, en tiempos pasados, sirvió de cuartel general al revolucionario Julian Apaza, más conocido como Túpac Katari, líder indígena que, en 1781, organizó un cerco a la ciudad, rechazando todo dominio español.
Era un día del mes de marzo, año 1781, cuando al son de los pututus y gritos de guerra, tropas indígenas descendían a paso apresurado desde la cumbre, rodeando la ciudad.
Desde este lugar, desde este mirador Tupak Katari controlaba todo lo que pasaba en la ciudad, hasta que un día, los españoles lograron vencer el sitio, matando y tomando cuanto prisionero pudieron, Tupak Katari logro huir, pero fue capturado y ejecutado en el centro de la plaza de la comunidad de Peñas a una distancia de 56 km de nuestra ciudad, allí murió, por los brutales tirones de cuatro caballos que jalaron de sus piernas y brazos hasta desmembrarlo.
Según algunos historiadores, su cabeza fue cercenada y exhibida aquí en una picota, como venganza, advertencia y escarmiento para los indígenas.
Hoy sus palabras aún son recordadas: “Yo no entiendo nada de sus leyes mi única ley está en el Ama Sua, Ama Llulla y Ama Quella, mi único pecado ha sido luchar por la libertad de mi pueblo y si por eso tengo que morir lo haré, pero ¡Volveré y seré millones!” …
Adelante de nosotros, al centro del camino y formando una rotonda, hay un pequeño parque con 2 columpios, barras, un resbalin y sube y bajas.
Caminando hacia la derecha, rodeando el pequeño parque, vemos dos banquetas largas de cemento cubierto de azulejo color blanco, en las cuales podrían sentarse de 5 o 6 personas cómodamente, ambas banquetas están bajo de una estructura color naranja, que las cubre del sol, gracias a su cubierta que a nuestro parecer estar hecha de plástico color transparente; esta estructura tiene 5 columnas verticales, dos a cada lado, 2 a los lados de cada banqueta y una al centro que las divide, estas columnas son ayudadas por otras 5 que en forma diagonal se unen a ellas en su parte central.
Sigamos avanzando, noten que mientras avanzamos, a nuestra derecha hay otras dos banquetas iguales a las primeras que vimos al llegar.
Miren a la izquierda, al lado hay otro árbol de "Queñua" de aproximadamente cuatro metros de altura, su tronco es de color marrón rojizo de una textura parecida a la de delgadas láminas de papel, que lo envuelven una encima de otra, como las capas de una cebolla, pero desordenadas, protegiéndolo del frio, y que al tocarlas se desprenden y desintegran con facilidad, fascinante ¿no? El tronco de este árbol, se divide en dos grandes ramas a casi un metro de su altura, sus hojas son de un color verde oscuro, como el color de la fruta del “Pacay”.
De acuerdo a su nombre científico significaría “muchas capas” Poly= muchos, Lepis=capas; generalmente es utilizado en áreas rurales como combustible para encender el fuego, pues al quemar su tronco este ardería tan rápido como el papel, su corteza es usada también como tinte para teñir tejidos, y apuesto que muchos no sabían que también cura enfermedades respiratorias y renales. Se caracteriza por crecer en espacios de altura elevada como en la que no encontramos en este momento a un poco más de los 3700 msnm. Estos árboles pueden vivir hasta casi 560 años, pues solo crecerían de 2 a 4 cm por año, de este modo el árbol que tenemos delante nuestro tiene alrededor de 200 años.
¿Qué les parece si seguimos caminando? Vamos, vamos…. ¡alto! quiero mostrarles una de las creativas jardineras de este mirador, la cual, con forma de rotonda circular, está decorada por dentro con variadas especies de plantines y otros materiales, que artísticamente forman la figura de una gran flor, con pétalos de ladrillos picados y piedra pizarra color plomizo intercalados y un centro hecho a partir de piedras, piedras color blanco.
¡Vamos no se queden ahí! Continuaremos con el recorrido… vamos a caminar como unos 5 a 8 metros hacia delante y haremos una parada.
Muy bien, delante de nosotros sobre una jardinera, con forma de pedestal semi circular, ubicada al centro del camino, y con otro árbol de queñua a su lado derecho, vemos a lo alto la famosa portada del Killi Killi, patrimonio escultórico hecha de piedra comanche por el escultor Agustín Callisaya en 1935. Tiene una altura de 7 metros, y un peso de 10 toneladas, casi tan pesado como 2 elefantes asiáticos juntos. Es de color negro casi como el ébano. Es similar a un arco del triunfo o a la fachada de la entrada de una iglesia, tiene dos aberturas una en la parte inferior que parecería una puerta y otra superior, como una ventana; en su parte frontal tiene dos pilastras o columnas con detalles (barrocos) uno a cada lado de la abertura inferior, (puerta o entrada); sobre ella y al centro destaca un detalle de ornamentación en forma de dije parecido a un corazón, a su derecha y un poco más abajo hay otra figura con forma de luna en su fase inicial de cuarto creciente, junto a ella a su izquierda una estrella; sobre el dije de corazón, vemos la abertura superior, una ventana casi cuadrada, con la parte superior semi curveada, a su izquierda, así como a su derecha hay otras dos pilastras, rectangulares, verticales, una a cada a lado. En la portada resaltan
tres picos, tres figuras, casi parecidas a un cono, dos sobre las dos pilastras del lado izquierdo (inferior y superior) y una sobre la ventana superior; lo curioso es que ninguna de las pilastras de la derecha, cuentan con pico alguno. La parte posterior de esta portada no es de color negra, sino de un color arenisco marrón claro o gris.
¿Cómo llego esta portada a killi killi? De acuerdo al documento Patrimonio escultórico de nuestra ciudad de La Paz, esta portada fue parte de la casa residencial del señor Humberto Cuenca, la cual se encontraba frente a la plaza Isabel la católica exactamente donde ahora está el edificio Torres de las américas, que según se dice fue el primer edificio boliviano en tener estructura cilíndrica y planta circular.
Allí estuvo hasta 1976, pues la casa fue vendida y demolida para construir este edificio que ostentó por un tiempo el título del rascacielos más alto boliviano con aproximadamente 106 metros de alto y 28 pisos. De esta manera la portada fue desmontada y obsequiada a la ciudad. Primero se decidió emplazarla en un lado del ahora conocido “camino viejo”, que conecta las ciudades de La Paz y El Alto al noroeste de la ciudad, camino que en ese entonces era angosto y de tierra; tiempo después, gracias a esta portada, esta zona que según las memorias de algunos vecinos era conocida como “Cohahuyo” o “Callampaya”, paso a llamarse, zona de la portada.
Finalmente, en 1991, esta portada fue trasladada al mirador de Killi Killi, embelleciendo la imagen de este mirador, que ha cambiado desde entonces.
Antes de continuar… levanten la mirada, contemplen el cielo, si tienen suerte y si el cielo está despejado, verán la luna a la izquierda sobre la portada y a su derecha el sol brillando, todo esto al mismo tiempo, claro si fuera de noche, olvídenlo y regresen mañana.
Sigamos avanzando… rodearemos la jardinera sobre la cual está emplazada la portada y caminaremos hacia delante por la derecha alrededor de siete u ocho metros hasta bajar 2 pequeños escalones.
¿Escuchan ese silbido? pertenece al Sr. David Vásquez quien como todos los días se dedica a tallar piezas artísticas en piedra obsidiana y basalto, las expone en una de las dos banquetas de madera, de color café, que está a nuestra derecha, desde puntas de flechas, chacanas, amuletos hasta pequeñas estatuillas de sacerdotes supremos… -sonido: hombre hablando- “Bueno, aquí tenemos un objeto muy representativo de la cultura Tiwanaku, es un sacerdote que tiene, dos bastones de mando cada bastón significada el poder que tenía sobre la tierra, y la conexión con el cielo.
Antes de bajar los siguientes escalones no olviden sacarse una foto desde este lugar, ¡salten! y es posible que su foto tenga como fondo, nubes blancas como el algodón y un lindo cielo azul, claro si la Pachamama lo permite.
¿Listos? Ahora bajaremos 8 escalones, caminaremos 3 o 4 pasos más, y continuaremos bajando otros 8 escalones
Falta poco ahora hacia adelante unos 13 a 14 pasos más…
¡Y llegamos! la razón por la que estamos aquí… el asombroso panorama de casi 360 grados de la ciudad de La Paz. Miren a su alrededor, sientan el viento, ahora giren su cabeza hacia la derecha, allá en el horizonte donde termina el cielo y comienzan las montañas, casi al límite de ciudad se ve de color verde oscuro el bosquecillo de Pura Pura, con más de 22 hectáreas de árboles de eucalipto y pinos, área protegida municipal, el pulmón de nuestra ciudad.
Giren su cabeza, un poco hacia la izquierda, casi al medio, entre lo que a lo lejos sería la ciudad del Alto y este mirador, se encuentra el histórico casco viejo, la plaza murillo, rodeada por edificios y casas, de gran valor arquitectónico y patrimonial, desde aquí se distingue claramente, solo las 2 torres y parte de la catedral Nuestra Señora de La paz, a su lado derecho, la Casa Grande del pueblo inaugurada el 2018, con una altura de 120 metros y 29 pisos tiene la figura de una cajita rectangular, créanme que desde aquí, parecería que es el edificio más alto de nuestra ciudad.
Ahora voltean, como si miraran sobre su hombro izquierdo, casi a la misma altura central del casco viejo, a lo lejos, vemos uno de los estadios más altos del mundo, El famoso Hernando Siles con 3600 msnm aproximadamente, en el que fácilmente más de 43000 personas podrían ver un partido y gritar –sonido: hombre gritando ¡goooool! - Está ubicado en el barrio de Miraflores y tiene la forma de una lata de horizontal más larga que ancha.
Sobre el estadio, en la lejanía, apenas se puede distinguir una formación geológica, con forma de una muela recién extraída que tiene dos raíces apuntando hacia el cielo, nada menos que la mítica Muela del Diablo, cuyo nombre proviene de una batalla entre el bien y el mal, en el que un arcángel golpeó a un demonio y éste escupió su muela cayendo al lugar donde ahora esta.
Justo, en esta dirección, a la izquierda de la Muela del Diablo, a lo lejos, el imponente Illimani, cuya apariencia es similar a la de un triángulo cortado a la mitad, con 3 altos picos y cumbres cubiertas de nieve, a una altura de más de 6400 msnm desde épocas antiguas ha inspirado canciones, poemas, leyendas, pinturas y murales. Illimani símbolo de identidad de nuestra hermosa ciudad de La Paz.
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