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Introducción
¡Bienvenidos!
Mi nombre es Daylis y en esta oportunidad quiero invitarte nuevamente a recorrer nuestra ciudad.
En este este tercer episodio de la serie «Conociendo nuestra ciudad de La Paz» visitaremos la Feria de las Alasitas declarada “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)” el año 2017.
En esta oportunidad el recorrido se hará en dos partes o en dos episodios, en este capítulo daremos un paseo por la feria, describiéndola desde que empieza hasta lo que se hace, en el segundo te contaremos como empezó, su origen y su significado ritual, describiendo más a fondo algunos de los elementos protagonistas que la componen, como las Illas y el famoso Ekeko.
¡No te lo pierdas! ¡Comenzamos!
Transición musical
La feria de la Alasita “gran fiesta de deseos, mercado de sueños y aspiraciones”, festividad sagrada de culto al Ekeko, deidad andina de la reproducción y la fertilidad, de la buena fortuna, unión, amor y prosperidad.
La festividad de la Alasita y el tiempo de las illas como ritual y/o celebración andina inicia con el solsticio de verano el 21 de diciembre, momento más conocido como Jallupacha, tiempo húmedo, tiempo de lluvias y termina en febrero con la fiesta de la Anata, celebración de la pre-cosecha, tiempo en el que los sembradíos o chacras darán sus primeros frutos.
En este contexto al año siguiente a mediados de enero se inaugura la “Pre-feria”, un encuentro entre artesanos, distribuidores y expositores quienes llevan sus artículos para venderlos al por mayor, y de esta manera, dar la oportunidad a los expositores minoristas de surtir sus puestos de venta adquiriendo una mayor variedad de productos novedosos en miniaturas, todo esto en los predios del Campo Ferial.
Ya el 23 de enero, vísperas a la inauguración oficial de la feria de las Alasitas, se realiza una challa (un ritual de bendición andina) en el monumento al Ekeko, ubicado dentro del campo ferial. A media noche varios creyentes arrojan lo comprado el año pasado a la figura de piedra como una devolución por lo recibido, mientras ritualistas (amautas, yatiris y kallawayas) piden permiso a las deidades ancestrales andinas con el pago de una ofrenda al Ekeko.
Al día siguiente, el 24 de enero, la festividad es oficialmente inaugurada, justo al medio día ingresan a la feria autoridades paceñas el señor Alcalde, el Gobernador, Oficiales de Cultura; personalidades invitadas, periodistas y pueblo en general; esta comitiva acostumbra recorrer la feria entre abrazos, confeti, pétalos de flores, homenajes y condecoraciones con las famosas “guirnaldas” de flores, que adornan sus cuellos; van de puesto en puesto admirando y seleccionando los mejores trabajos artesanales, mismos, que entrarán en concurso por premios en dinero, diplomas y menciones honrosas que son entregados en un acto especial.
Como augurio de bienestar para el desarrollo de la ciudad, los ejecutivos de la Feria de las Alasitas, acostumbran entregar al señor Alcalde y demás autoridades, paquetes de dinero, como fondos necesarios para el mejoramiento de la ciudad y el país, además de saquillitos de abarrotes para que los mercados estén siempre surtidos y no falte lo esencial. Estas actividades se replican en la mayoría de las principales plazas, avenidas e iglesias de la ciudad como la plaza Murillo y la Catedral, la iglesia de San Francisco y su atrio, la plaza Sucre y la iglesia de San Pedro.
Según dicta la tradición primero se adquiere todo lo que se desea poseer, objetos en miniatura que representan sueños, anhelos o deseos, por lo general suelen ser alimentos, fajos de billetes, casas, títulos de propiedad o profesión, automóviles, maletas de viaje entre muchos otros, todos muy pequeñitos. Se compra sin titubear, sin pedir “rebajas”, a menos que el vendedor lo sugiera, uno “no” puede ser mezquino con los amuletos, con las illas.
Después de las compras, existen dos momentos importantes:
El primero es la ch´alla, ceremonia de agradecimiento con la Pachamama “Madre Tierra”. En el que sabios y curanderos espirituales andinos dispuestos en todas las veredas y en el centro de las plazas, se encargan de bendecir las miniaturas compradas, de “challarlas” esos días y en especial el 24 de enero al medio día. Con movimientos envolventes con las manos, contactando a los Apus y/o Achachilas (nuestros ancestros) van llamando a la buena energía, para recibir la fertilidad de los cerros, bienestar, salud y prosperidad. Las miniaturas son bendecidas y rociadas con alcohol, pétalos de flores y trozos de lana de oveja que los maestros van partiendo mientras repiten palabras mezcladas en aimara y en español.
El segundo momento importante es la bendición de la iglesia católica hacia las miniaturas, en el caso de la catedral de la plaza Murillo muchos monaguillos están parados al lado de los pilares laterales de la iglesia, sobre bancas para poder rociar con agua bendita a todos los feligreses.
Después de la bendición comienza una especie de “teatralización o juego entre las personas”, muchas de ellas comienzan a pagar simbólicamente sus deudas, usando el dinero falso en miniatura que compraron mientras que otras dan la primera cuota por la compra de una casa, departamento o automóvil.
Ahora es momento de recorrer la feria… ¿Qué es lo que encontraremos? ¡Acompáñenme!
Iniciaremos en uno de los ingresos principales al campo ferial, aquel que se encuentra al lado izquierdo del carril de bajada a Miraflores donde termina la avenida Camacho y comienza la avenida Simón Bolívar. Una vez en el portón, bajaremos una cuantas gradas o escalones, mientras bajamos ya se puede sentir aquel olor característico de las alasitas, una mezcla entre comida e incienso.
En esta feria todo lo que se exhibe es pequeñito es decir en miniatura, en la feria hay todo lo que uno se puede imaginar desde un terrenito hasta un rascacielos, desde herramientitas de albañilería, hasta una sofisticada computadorita. Si se compra una casita con mucha devoción y fe, no dudes pues la tendrás en el futuro; si compras billetitos, no te faltara dinero y si quieres viajar, compra maletitas y pasajitos aéreos; incluso si quieres tener hijos o casarte en la feria encontrarás la solución.
Empecemos por los billetes o mejor dicho los billetitos, copias en miniatura de los bolivianos de uso corriente y sin valor legal, diferentes a los originales pues son más pequeños, los hay desde los 2 cm de largo por 1 cm de ancho, vienen con algunos cambios en su diseño, por ejemplo en la parte superior del billete la inscripción "Banco Central de Bolivia" es reemplazada por "Banco de la Fortuna", del mismo modo en algunos casos la inscripción que indica el valor del billete, por ejemplo “Cincuenta bolivianos” cambia a "Cincuenta bolivianos afortunados". Los hay en todos los cortes 10, 20, 50, 100 hasta 200 bolivianos. Mismos que muchas veces se venden envueltos con algunos amuletos de color dorado, pequeños, en forma de sapitos, wairuritos y herraduritas encima de los fajos que atraen la buena suerte. Así también no faltan los billetes de corte internacional como los dólares y euros. Según nos relata Ernesto Cavour, hubo una vez una señora quien después de visitar la feria, retornó a los Estados Unidos de Norte América, ella había llevado dentro de sus pertenencias, una pequeña colección de estos dolarcitos de Alasitas, los agentes de aduana del país del norte, al notar la existencia de estos curiosos billetitos se alarmaron, llamando así a la policía del aeropuerto, quienes de inmediato se la llevaron para recibir su declaración. Esta Noticia fue difundida por la prensa nacional, suceso ocurrido alrededor del año 2007.
Bueno continuamos, después de bajar unos cuantos escalones mas, a nuestra derecha se encuentra el ingreso a la "Casa y Museo de la Miniatura", mismo que cada año ofrece a los visitantes, algunas fotografías antiguas de las Alasitas, Ekekos antiguos de colección entre muchos otros.
Es momento de detenemos, miren al frente una exposición de artículos de yeso, como alcancías en forma de chanchitos, perritos, gallitos, muñequitas en sí, todo modelo que esté de moda en el momento, máscaras, casitas, edificios, terrenitos, Ekekos, son otros de los artículos que se exponen, hasta los infaltables gallitos y gallinas de yeso que te ayudarán a encontrar pareja. Según la tradición estos deben ser regalados es decir no deberían ser comprados directamente, si eres hombre deberán regalarte una gallina y si eres mujer un gallo.
Para ti que ya tienes pareja, pero aún no has formalizado ¡este es tu momento! en esta feria encontrarás pequeños registros civiles ¡ven y cásate! pero ojo, ten cuidado, pues existe un rumor que dice, que, si te casas en las Alasitas, tu relación no durará mucho tiempo.
Quizás ya te casaste, pero la llama del amor se apagó… aquí en las alasitas también tenemos la solución pues, así como es posible casarse en la feria también es posible divorciarse, aunque sea de a mentiritas ¿no?
Bueno, damos unos cuantos pasos hacia adelante ¿Qué es eso? ¡Ah sí! son los famosos y carismáticos periodiquitos, periódicos en miniatura que ingeniosamente hacen burla de temas sociales y políticos, combinando ficción, sarcasmo y realidad. Así también podrás encontrar estos pequeños títulos profesionales, licenciaturas, maestrías hasta doctorados, los hay para cada profesión, médicos abogados, sociólogos, dentistas, que asegurarán tu futuro profesional.
Antes de continuar el recorrido no olvides buscar tus libros favoritos en miniatura, manuales, recetarios, libros de historia, cuentos etc. libros completos de hasta 4 cm de alto x 3 cm de ancho, también podrás encontrar chequeras, billetes de avión, cuadernitos y material escolar en miniatura como lapicitos de color, hojitas de papel, reglitas, etc.
Llévate también las Ch’uspitas de aguayo, tradicionales bolsitas hechas de tejido multicolor, en el que predominan los colores celeste, rojo, naranja, rosado y verde entre muchos otros muy utilizadas para llevar coca y también dinero, esta vez llénalas con los billetitos, títulos, pequeños calendarios y periodiquitos que acabas de conocer.
¡Ah! y no olvides comprar tu pasaporte y visa en miniatura, te aseguro que no dejarás de viajar en todo el año.
¿Listos para continuar el recorrido? ¡Vamos!
Durante todo el año, un numeroso grupo de reclusos de la cárcel de San Pedro trabaja en la fabricación de miniaturas para la Feria de Alasita, trabajos en carpintería, cuero, cerámica fría y en lata dan como resultado verdaderas obras de arte como camionetas, minibuses, buses como el Puma Katari, micros, vagonetas y taxis de último modelo. Son las esposas y familiares de los presos que en su mayoría son quienes se encargan del negocio en el exterior.
Del mismo modo otras obras artesanales se exhiben en esta feria desde hace muchos años, tal es el caso de los soldaditos de plomo, que hasta mediados del siglo pasado los vendían sin colores, al presente sus trajes pueden llevar los colores que usa el ejército, como el verde o camuflado, blanco, azul, celeste o rojo para los colorados. Los soldaditos pueden estar en diferentes posiciones, en cuclillas, parados, sobre caballos o simplemente recostados en el piso, mismos que en su mayoría están junto a sus armas como cañoncitos, ametralladoritas, fusilitos, pistolitas, etc.
Mmmm... ¿No tienen hambre? ¡Hey! ¿qué vemos por allá? sí justo nos encontramos en el sector de las masitas donde como ven, podrán degustar pequeñas delicias de 5 x 4 cm, recuerdan todo pequeñito… pequeños pastelitos, rosquitas de maíz, k’aukitas, un tipo de pan crujiente, maicillitos, suspiritos de todos los colores, amarillos, rosados, blancos; bombitas, galletitas, cuernitos, churritos, cocaditas, ¡dulces masitas!
Hablando de comida… ¡síganme! En este puesto encontrarán los famosos saquillos de alimentos, pequeñas bolsitas hechas de tela tejida de algodón llenas de harina, azúcar o fideos... y de yute para coca, chuño, papas y otros, cada saquillito lleva en su parte frontal su nombre. Si te gustan los enlatados, no olvides llevarte las pequeñas latitas, cilíndricas o con base rectangular, de leche, atún, sardina, manteca o alcohol, hechas de una fina lámina de metal reciclado. No nos olvidemos de las cajas en miniatura de menos de 7 x 6 cm llenas de alimentos como, galletitas, chiclecitos, panetoncitos, gelatinitas, entre muchos otros; cajitas realizadas de cartulina, impresas a todo color y con diseños idénticos de las marcas originales, como Nestlé, Oreo, Aceite Fino, productos Kriss, etc. Puedes llevar un bolso de compras tal y como lo haces en la vida real o simplemente llevarte una canasta, llena de saquillitos, cajitas y enlatados. canastas de color crema, casi amarillo, tejidas, con el mismo material con el que se elaboran las zampoñas
Y como en la vida no todo es sobre comida puede que necesites otros productos y/o artículos para este nuevo año que recién comienza, recuerda recién vamos por enero. Por aquí, encontrarás las peculiares “herramientas y material de construcción en miniatura” como serruchitos, martillitos, combitos, metritos, carretillitas, ladrillitos, tejitas, tubitos de alcantarillado, baldecitos, bolsitas de cemento, picotitas, palitas, rastrillos, etc. ¿Tu casa aún no tiene muebles? ¡Lleva todo lo que necesites! banquitos, sillitas, roperitos, juegos de dormitorio, de living, recuerda, todo lo que compres en esta feria puede que se haga realidad, así que compra todo lo que necesites, quizás unas cuantas cajitas de cerveza, o talvez una maquinita de coser, garrafitas, cocinitas, floreritos, vasitos, jarritas, planchitas, y por qué no ollitas, vajillitas, prendas de vestir como sombreritos, zapatitos, botitas, abarquitas de llanta, guantecitos, calcetincitos, chalinitas, saquitos, pantaloncitos, chamarritas... en fin, en esta feria encontrarás todo lo que en la vida puedas desear.
Antes de terminar la primera parte de este recorrido...
¿Qué tal unos apis con su pastel y unos cuantos buñuelitos? vamos que está haciendo un poco de frio…
En este sector degustaremos esta bebida dulce, caliente, elaborada a partir de granos de maíz morado o amarillo que le dan su color, bebida conocida como Api, se lo toma con pasteles, empanadas de queso, solo que a diferencia de las demás estas se inflan al fritarlas, ¿recuerdan los buñuelos? estas masitas tienen la forma de un plato, semi-circular, esponjosos y con algunos agujeros en el centro, generalmente se les agrega un chorro de miel de caña. Lo mejor de venir a este sector es el ambiente pues aparte de degustar estas delicias podrás ver una película, como si estuvieras en el cine, pero en pequeñito.
Si caminamos un poco más, fácilmente otras opciones de comida encontrarás, como el tradicional Plato Paceño que se come con las manos, el rico “Chairo” servido en plato de barro, un rico “Thimpu”, una Milanesa, Salchipapas, Pollo frito o “Sajta”.
¿Qué les parece si después de comer, vamos a jugar a las canchitas, billar, bingo, juegos de azar o tiro al blanco?
Muchas gracias por acompañarnos en el primer recorrido sonoro por la feria de las alasitas, recuerda esto aún no ha terminado, no te pierdas el siguiente episodio en el que te contaremos como empezó esta feria, su origen, leyendas e historias…
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